UN RITMO IMPARABLE
Normalmente, los jóvenes son físicamente más activos que los adultos ya que un niño sano, interesado en la actividad física, está siempre en movimiento. Además está demostrado que los niños recuperan los esfuerzos físicos más rápidamente que los adultos.
Un estudio efectuado con niños de 4-5 años de edad a los que se les deja jugar libremente en un día de vacaciones ha demostrado que en general los varones son físicamente activos por más de seis horas, mientras que las niñas por un tiempo de 5 horas y 28 minutos.
Un niño es un atleta de larga duración, ya que ningún adulto puede tolerar un esfuerzo físico de una duración de seis horas diarías, con valores de frecuencia cardíaca del 160% superior a la de reposo. En definitiva, el niño podrá practicar deporte mientras no se canse de jugar.
En los niños, practicar de manera continuada una actividad física, puede mejorar el estado físico de los pequeños pero siempre habrá que tener en cuenta, a la hora de programar un entrenamiento, una serie de elementos. El primero de ellos es la multilateralidad, que consiste en la necesidad de desarrollar, a través del entrenamiento, el conjunto de todas las capacidades motoras del niño en forma adecuada y de la manera más variada posible. En segundo lugar la polivalencia, es decir, la formación de la actividad motora en el niño debe adquirirse en diversas disciplinas deportivas, a través de ejercicios que contienen los movimientos de base de diversos deportes.